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26 noviembre, 2020 a las 21:23 #2154Gracia Cristina Villodres BravoInvitado
IDEAS CLAVE
JUANA M. SANCHO
– La investigación educativa es una disciplina muy joven. Las primeras investigaciones se sitúan a finales del siglo XX.
– Los problemas en educación son muy complejos, tienen muchas influencias e intereses y, por tanto, son muy difíciles de resolver.
– En investigación educativa se trabaja con individuos, es decir, con personas, lo que conlleva una mayor dificultad a la hora de investigar.
– La educación posee un carácter político. En este ámbito no se suele tener en cuenta aquello que ofrece la investigación educativa, centrándose más en los intereses políticos.
– Existe una falta continua de financiación en este ámbito de la investigación.
– Un problema de la investigación es preocuparse por lo cualitativo o lo cuantitativo.
– La intención del libro es realizar investigaciones sucesivas que los lleven a otra cosa que no se conoce.
Preguntas
– ¿En qué medida limitan los intereses políticos la investigación educativa? Tal y como comenta la profesora Sancho, las leyes educativas que se establecen no poseen una base científica, por lo tanto, ¿las limitaciones que existen son únicamente económicas? ¿No es de interés la investigación educativa en la política?
– ¿De qué manera se podría hacer investigación sin establecer una mirada estricta en lo cualitativo o cuantitativo?IGNACIO RIVAS
– Moral Neoliberal muy presente en el ámbito educativo: instituciones educativas, entender el currículum y organizaciones escolares.
– Preocupa más la producción en cantidad, que la producción en reflexión de la investigación educativa.
– En lugar de construir ideas vagas, se debería construir un conocimiento adecuado para comprender y transformar el mundo de la educación.
– Preocuparse más por los protocolos y lo metodológico, que por lo epistemológico y ontológico, lo que hace es anular el contenido.
– Imposición del conocimiento de la modernidad occidental.
– A: recuperar el debate ontoepistemológico y ético de la investigación: Importancia de centrarse en el contenido.
Pregunta
– ¿Cómo se podría evitar el interés por la mera producción y aumentarlo en la reflexión en investigación educativa? Y, por lo tanto, ¿Desde dónde se podría incitar a construir un conocimiento para comprender y transformar el mundo de la educación, en lugar de impulsar el interés simplemente de producir desde ideas vagas?SAVILLE KUSHNER
– No enseñar metodologías a los estudiantes, para no coartar la creatividad y que los estudiantes puedan descubrir su propia metodología.
– Recomendaciones de Kushner:
Buscar moralidad personal en nuestros respondientes.
• Buscar conexiones entre la psicología y la acción.
• Buscar relaciones entre intencionalidad y acción.
• Evitar universales, esencias.
• Buscar relaciones entre las personas y sus responsabilidades personales y la acción colectiva.
• Buscar la relación entre el individuo y su propio aprendizaje.
Pregunta
– ¿hasta qué punto nos conceden libertad para “no seguir el formato estandarizado” y realizar una investigación con una metodología propia y creativa?, ¿aceptarían una investigación que sobresale del marco del protocolo establecido?JAVIER MARRERO
– Se necesita más comunicación dentro del ámbito educativo.
– Los saberes no se comparten de un modo diáfano y transparente.
– Es preocupante que en el mundo de la educación solo se considere investigación aquellas que siguen un formato estandarizado.
– Abrimos el marco de la imaginación, para construir a partir de ahí el conocimiento y el saber.
– Se necesita que la investigación se convierta en un lugar público, que constituya un debate público.
– “Sincronía entre la producción de saber y la aplicación de ese conocimiento para mejorar y transformar la realidad educativa”SEGUNDO DÍA
ANA GARCÍA VARCÁCEL
– Investigación: Investigador según sus intereses. Esta investigación dota al investigador de un crecimiento personal.
– Poco reconocimiento de la investigación educativa en la sociedad.
– No se estudian los temas que demanda la sociedad. Lo investigado no se lleva a la práctica.
– Importancia de la ética dentro de la investigación.
– Realizar proyectos de investigación con preguntas innovadoras, importantes para la sociedad actual, que con lleve a su transformación.ESCUDERO
– Investigación: Conocimiento de diferentes contextos, diferentes metas.
– La investigación debería llevarse a cabo por todos los agentes e implicados en el ámbito de la educación.
– La investigación en educación no cumple con sus intereses.HERNÁNDEZ
– Investigación: Experiencia, implicación, sujetos partícipes.
– La investigación no resuelve los problemas del ámbito educativo.Como comentario final, desde mi punto de vista, todos los ponentes tienen una misma meta y un mismo punto de comienzo, sin embargo, cada investigador “es un mundo” y sigue un camino diferente, comenzando por compartir coincidencias y discrepancias en el simple significado de “investigación”. Coincidiendo con Hernández, la experiencia es la estrategia más acertada y todos tenemos la posibilidad de aprender de todos los demás, mejorando conjuntamente, no pudiendo ser de otra forma, el éxito de la investigación de manera REAL en el ámbito educativo.
26 noviembre, 2020 a las 22:39 #2155ROSA ANA VALLADARES HDEZInvitadoAntes de empezar quería agradecerles a todos los ponentes, las aportaciones de ambos días. Además, agradecer la metodología utilizada, ya que ha facilitado que el alumnado de Doctorado que compagine su investigación con el trabajo, haya podido acceder a este webinar de una forma gratuita y sencilla.
“Buscando alternativas: Caminos para otra investigación educativa» Era el título de este webinar.
Del mismo extraje los siguientes puntos clave:
-En la investigación educativa se debe tener en cuenta que no existe una metodología perfecta para dar respuesta a las necesidades presentes en nuestra compleja realidad. Frente a ello, es importante investigar y tratar las mismas “buscando alternativas”, no hay un patrón perfecto para dar respuesta a éstas.
-A su vez, es imprescindible no olvidar que trabajamos e investigamos a personas, por lo que la moral y el tener en cuenta todos los aspectos que la misma engloba, es fundamental, para reflejar la realidad. A pesar de tener muy claro esto, los procesos burocráticos y el sistema de “producción educativa en masa” dificulta que las investigaciones sobre las mismas, provoquen ese cambio tan necesario en la educación.
-Asimismo, la perspectiva, conocimientos y valores del investigador, reafirman aún más la idea de que no podemos interpretar y opinar de una única forma, los estándares metodológicos, pierden posición en esta “carrera investigadora”.
-De acuerdo con Javier Marrero, no debemos olvidar que el contexto de las políticas educativas, muchas veces rema en contra de nuestra finalidad como investigadores, que no es otra sino la de transformar con nuestros resultados la realidad educativa, aportando el conocimiento a la sociedad.
-La importancia de la transferencia de los saberes, también me ha dejado huella. En mi caso, mi tesis se centra en la Universidad de La Laguna y a pesar de ser consciente de que no se pueden cambiar otros contextos, me entusiasma aún más confirmar que el mismo, tendrá fundamento para influir en este contexto localizado y en los agentes que trabajan y se forman en la misma para que comprendan y mejoren la situación educativa. Y con suerte y trabajo se intentará que influya en los otros.
Las preguntas que siempre crean inquietud en mi ser interior son las siguientes ¿por qué las leyes educativas no toman en cuenta los resultados de las investigaciones sobre este ámbito? ¿por qué establecen ciertos patrones aún sabiendo que dejan de lado lo que respaldan estudios científicos sobre la moral, los aspectos cognitivos, la educación emocional, las “ventanas para el aprendizaje”, etc.? ¿Por qué?
Espero que cada uno de los que estamos aquí presentes, pongamos nuestro granito en la educación, en este gran reloj de arena, que aunque queramos sacudirlo para que acabe, cambie y mejore cuanto antes, debemos entender que todo toma su tiempo.
27 noviembre, 2020 a las 3:33 #2156Mario CartagenaInvitadoDesde mi punto de vista ambos webinar tienen coincidencias mas que diferencias y considero si entendí bien que se pueden resumir en:
1. Investigación para aprender. En este caso en ambas conferencias se desarrolla la idea de que muchas veces se desarrollan investigaciónes en las cuales revisando el título y el resumen ya se sabe cual es la conclusión. Es decir metodológicamente es impecable y se cae en la metodolatría pero no se tiene una visión de lo que realmente aporta y su significatividad para los procesos educativos y las mejora de la sociedad. En este sentido la investigación debe plantear orientaciones de mejora concreta y no sólo quedarse en niveles de abstracción vacíos.
2. Investigación para la transferencia. Al respecto se señala que investigar es un proceso inherente al quehacer educativo y que debe conectar con las necesidades de la gente. Se comprueba un divorcio entre la investigación y la práctica. En efecto, la preocupación debe ser por la realidad que ilumina y de ahí el concepto de responsabilidad social expresado en la frase: «ciencia con y para la sociedad». Definitivamente seguir estas recomendaciones puede ayudar a responder preguntas como ¿por qué la investigación no mejora la práctica?; ¿Porqué en los colegiso no se toman decisiones en base a las investigaciones?; ¿por qué los colegios no dan paso a la investigación universitaria?. Muchas veces se hacen trabajos para satisfacer necesidades académicas pero no sociales y esto debe despertar la sensibilidad social frente al quehacer investigativo.
3. Investigación para innovar. En este punto los investigadores plantean que la investigación siguiendo a Agamben permite analizar lo contemporáneo que se encuentra en la oscuridad. Es decir, no se trata de reproducir modelos o tendencias sin ver la práctica y la realidad que nadie toma en cuenta. Por ej. se enfatiza en los indicadores del fracazo pero no en la visión de los fracazados, así también se siguen modelos del mercado pero no si esos modelos educativos realmente se ajustan a las necesidades de la gente. Muchas veces se hace porque las grandes transnacionales asi lo determinan (como las competencias). Es necesario investigar las políticas educativas y realmente a quien responden. Esto genera ver esa oscuridad de la que hablábamos y ponernos a trabajar para descubrir novedades y ahi sostengo que nace la innovación en investigación que con las tesis de doctorado que realizamos podemos contribuir.
Finalmente considero que este conjunto de ponencias nos ofrecen criterios para analizar la viabilidad de nuestros estudios y en que medida contribuyen a la construcción social y a las necesidades de la gente involucrada en la educación de forma que sean útiles para las tomas de decisiones y la innovación educativa. Personalmente buscaré adquirir el libro: Caminos y derivas para otra investigación educativa y social. El cual veo aportará en la forma de realizar investigación superando las dicotomías clásicas que fragmentan la realidad y son lejanas para resolverlas necesidades educativas actuales.27 noviembre, 2020 a las 6:56 #2157Amaia Eiguren MunitisInvitadoBuenos días,
En primer lugar, agradecer tanto a las personas participantes tanto a las organizadoras/es del webinar el haber abierto un espacio de reflexión en el que hemos podido pararnos a pensar donde nos queremos posicionar como investigadoras/es. Como bien han apuntado varias compañeras/os en este foro, la investigación en el campo educativo es relativamente nueva. Hemos pasado años sumidos en la practica y casi me atrevería a decir inmersas en un segundo plano en lo que ha materia de investigación se refiere. Pero es momento de poner en boga toda la labor realizada en el ámbito educativo por profesionales que se dejan la piel cada día en el campo de la educación.Y es hay donde la academia toma un papel fundamental. Sin embargo, no debemos olvidar nuestro posicionamiento como investigadora/es y nuestra conexión con la práctica en el que la academia de sebe de posicionar en un dialogo horizontal.
Uniendo las ideas con el primer webinar, el dar el salto a la investigación nos ha sumido en una rueda “hámster” en el que toma gran importancia la mercantilización del saber, el publicar papers y esto nos hace alejarnos de este dialogo horizontal con las realidades y con las personas. Reflexionar sobre ello y abrir caminos de reivindicación y de ruptura es esencial para que no perdamos la esencia de nuestra labor educativa.27 noviembre, 2020 a las 10:36 #2158Rosario Gómez AlcaldeInvitadoHan sido dos sesiones muy instructivas, en ellas la visión crítica sobre la investigación educativa de los ponentes, se ha complementado con propuestas estimulantes en la construcción de nuevas tendencias de investigación en este campo.
Hablaría de sintonía en todos los comunicadores, posturas coincidentes a la hora de señalar el sinsentido de unas políticas que solo financian un tipo de investigación sumida en procesos tan encorsetados que, como apunta Saville Kushner no dejan espacio a la creatividad y a la reflexión.
Unas políticas que obligan a publicar olvidando el qué, el cómo y el por qué, propiciando según dijo Ignacio Rivas una preocupación mayor por la producción que por la reflexión. Unos procesos tan protocolizados que no pueden estar en consonancia con la idea de accesibilidad y de transformación social, alejándose de la investigación que, Juana Sancho identificó como una manera de conocer cosas nuevas.
Javier Marrero también incide en este punto, y propone que se indague en la realidad educativa, considerando la investigación educativa un espacio para la libertad en el que no se olvide la idea de investigación como transformación.
Coinciden también en que es imperiosa la necesidad de plantear la investigación educativa desde la responsabilidad, la investigación responsable como la llamó Ana García, referida a la investigación que se conecte con la realidad de la práctica educativa. Escudero señaló la importancia de la transferencia, de compartir el conocimiento, coincidiendo ambos con el pensamiento de Hernández de que es necesario fundamentar la investigación, que se asiente en lo que ocurre en las aulas.
Como ya he señalado, me ha resultado ilustrativo, iluminativo, haciendo uso del término empleado por Ana García. Destacaría la necesidad de una reforma en la investigación educativa, un cambio que deje espacio a la creatividad, a la transferencia y que se asiente en lo que ocurre en el aula, en las necesidades de nuestro sistema educativo, y en la idea de transformación.27 noviembre, 2020 a las 11:05 #2159Myriam Adriana Reyes RodríguezInvitadoEl discurso educativo de los ponentes desarrolla dos ejes comunes que lo atraviesan. En primer lugar hay una denuncia de los fundamentos de una moral neoliberal, en palabras de Nacho; en la cual la investigación educativa sigue anclada a un positivismo al servicio de unos intereses políticos. Las políticas educativas homogenizan y validan modelos de investigación estandarizados al servicio de un mercado de publicaciones que ha convertido al investigador en un esclavo del sistema de producción de conocimiento.
Por otro lado, y simultáneamente, se convoca a participar de una nueva investigación educativa que se instale en los intersticios, abriendo brechas que desestabilicen el modelo de “metodolatría”. Se invita a investigar a partir de lo colectivo y comunitario que atienda a la diferencia, lo cual exige metodologías personalizadas y creativas.
Cada uno de los ponentes se acerca, aun tímidamente, a esta invitación a través de rupturas con componentes éticos. Sancho valida el no-saber como motor de la investigación. Saville encuentra fundamentos en principios humanistas para generar un conocimiento, que Hernandez reconoce como situado histórica, social y políticamente. Todo ello autorizado por la experiencia vivencial que nos trasmite Escudero e involucrando a toda la comunidad educativa gracias a mecanismos como la ciencia abierta, que ha rescatado Ana. Podemos resumir, parafraseando a Marrero, que es necesario reorientar la investigación educativa para conseguir mayor sincronía entre la producción de saber y la aplicación de este saber para la transformación social.
28 noviembre, 2020 a las 1:32 #2161Laura PulleiroInvitadoBuenas noches
En primer lugar, agradecer tanto a las personas participantes tanto a las organizadoras/es del webinar. Este espacio de reflexión en el que hemos podido repensarnos cómo investigadores. En general, comparto mucho de lo que se viene participando y pido disculpas si quizás hay algo reiterativo.
Tal como plantearon, la investigación en el campo educativo es relativamente novedosa. Esto significa que hemos pasado varios años sumergidos en la practica y para la investigación educativa ha quedado relegado en segundo plano. Por lo que, esto constituye un nuevo desafío para el conjunto de las y los actores.
En lo que refiere al primer webimar se identifica la problemática de la academia: que los papers estén tan alejados de la realidad cotidiana que sucede en las aulas. Esto nos impone un desafío ya que por un lado se encuentra la necesidad que en las prácticas educativas se tome la centralidad de la investigaciones en esta área y por el otro, no abandonar los espacios del aula que son tan importantes para el conjunto de los actores educativos.28 noviembre, 2020 a las 8:14 #2162Mario Outeiro IglesiasInvitadoEn primer lugar quiero agradecer al grupo EDULLAB y REUNID el haber organizado este webinar con la finalidad de hacer una reflexión conjunta y democrática sobre la investigación educativa. Como he manifestado en los chats de ambos días procedo del mundo técnico (soy ingeniero de formación) y como profesor de secundaria he decidido emprender el camino del doctorado para desarrollar una idea que llevo años poniendo en práctica en mi instituto. En los dos meses que llevo en el campo de investigación de las ciencias sociales he advertido la importancia que el “sistema” da a la fundamentación teórica y el buen dominio de la metodología para seguir los cánones de lo que tiene que ser una buena tesis en el campo de la educación, dejando de lado aspectos tan importantes como la creatividad y/o la propia experiencia educativa. Me ha alegrado mucho oír a los distintos ponentes poner en tela de juicio los habituales protocolos y corsés que envuelven a las actuales investigaciones.
En la pregunta del foro tenemos que reflexionar alrededor de las coincidencias y diferencias entre los ponentes participantes de los dos días en relación con la investigación educativa. Sinceramente no he encontrado diferencias significativas entre los pronunciamientos de los siete ponentes (aunque a veces hayan abordado temas distintos) pero si muchas coincidencias. A modo de ejemplo en cuanto a la investigación educativa he anotado:
• Falta de financiamiento.
• Impronta neoliberalista en el ámbito de la investigación (más preocupación por la producción que por la reflexión, por los protocolos, por la metodología…).
• Hiperproducción de artículos científicos (poco significativos).
• Importancia de la ética en la investigación (humanismo europeo, moralidad personal…).
• Partir de procedimientos democráticos en las investigaciones (rompiendo jerarquías, dando soberanía a los grupos…).
• Investigación para transformación de la realidad.
• Que la investigación atañe a más personas que a los investigadores (profesorado, equipos directivos…).
• Que existe un grave problema para transferir los resultados de las investigaciones a las prácticas educativas.
• Que hay ausencia de investigación sobre las “políticas educativas”.
• Que las investigaciones tienen que ser RESPONSABLES.
• Importancia de hacerse preguntas relevantes en las investigaciones: “preguntas iluminativas”.
• La necesidad de compartir los resultados de las investigaciones. Ciencia abierta…
Para terminar, y a modo de epílogo, quiero señalar una frase de Juana Sancho (rescatada de Albert Einstein) sobre la investigación en educación: “hacemos las cosas de la misma manera pero esperamos resultados diferentes”.28 noviembre, 2020 a las 9:44 #2163Miren AguirregoitiaInvitadoBuenos días:
En primer lugar, me gustaría felicitar a las personas organizadoras del webinar y a los y las ponentes ya que me han parecido muy interesantes las temáticas abordadas y las aportaciones realizadas. En general, una vez asistido a las dos sesiones puedo decir que como doctoranda me han abierto los ojos y me han hecho reflexionar sobre varias cuestiones en torno a mi investigación.
Una vez dicho esto, coincido con muchas de las aportaciones ya realizadas en el foro en cuanto a que, salvando diferencias, todos los ponentes han compartido la visión de la necesidad de buscar otros caminos en la investigación educativa, bajo mi punto de vista y compartida esta con los ponentes, una investigación más participativa, democrática, horizontal…y sobre todo, coincidiendo con Ana García-Valcárcel con responsabilidad social, una investigación que se haga preguntas relevantes, que conteste a las problemáticas de la realidad de la comunidad educativa y que permita conocer mejor y transformar esa realidad. En relación a este aspecto, me pareció que tanto Juan Manuel Escudero como Fernando Hernández-Hernández coincidían con García-Valcárcel al afirmar el primero que tenía casi la certeza de que la investigación que se hacía desde la academia era irrelevante y que conectaba poco con la comunidad educativa y el segundo, cuando toma las palabras de Giorgio Agamben para afirmar que se debe investigar lo que está en la oscuridad, lo que no se ve.
Las cuestiones planteadas en la segunda sesión me pareció que estaban en total consonancia con las aportaciones de los ponentes de la primera donde se abordó el carácter político de la educación, el debate metodológico y epistemológico de la investigación educativa y la creación del conocimiento. Destacar de esta sesión las palabras de Saville Kushner cuando afirma que no hay que enseñar metodología o por lo menos, no hay que limitarse a las metodologías hegemónicas, sino que cada alumno/a debe buscar su propia metodología en el proceso. Por otro lado, destacar también el tema de la investigación desde la horizontalidad (democrática) que abordó Ignacio Rivas pero que de una manera u otra me pareció que todos los ponentes coincidieron: crear conocimiento desde una posición localizada que surge y se piensa desde la comunidad, teniendo en cuenta los valores y la experiencia de cada investigador/a pero también de todos los agentes que se implican en la educación, buscando procesos participativos desde el principio del proceso de investigación y teniendo en cuenta la ética relacional que explicó Hernández.
Por último, me gustaría rescatar la idea de la trasferencia y que coincido con Escudero cuando afirmaba que era un tema importante pero difícil de resolver. Al respecto, me quedaría con las aportaciones de García-Valcárcel cuando explicó la importancia de que los resultados de las investigaciones se deben interpretar en base a marcos teóricos, que deben aportar orientaciones basadas en evidencias, que se deben difundir a diferentes audiencias y desde el concepto de “ciencia abierta”. De esta manera creo que se podría solucionar en parte, el problema del escaso impacto de la investigación en las comunidades educativas que señalaron García-Valcárcel, Escudero, Hernández-Hernández y Sancho teniendo siempre en cuenta el componente ético-político que señaló Marrero de no crear saberes desde las dominaciones, sino que desde la universidad debemos ser copartícipes de la realidad educativa y ser parte del proceso de transformación.28 noviembre, 2020 a las 10:50 #2164Ángela González VillaInvitadoEl webinar denominado “Buscando alternativas: caminos para otra investigación educativa” arroja luz sobre las principales problemáticas y desafíos que circunscriben a la investigación educativa en la actualidad, así como los nuevos caminos a seguir para dar respuesta a los mismos. Alrededor de estos ejes giran los discursos de los ponentes, en los cuales se vislumbran sinergias y diferencias en cuanto a dichas cuestiones.
Un tema emergente en el webinar es la importancia de que la investigación educativa promueva cambios en su práctica. En torno a esta cuestión, se desarrollan diferentes líneas de debate. Conforme a ello, Pablo Hernández-Hernández y Juan Manuel Escudero concuerdan en la necesidad de indagar en las prioridades del sistema educativo para determinar qué reformas educativas se deben ejecutar, aludiendo al modo en el que se desarrolla la política educativa en nuestro país y confrontándola con la de muchos otros. En relación con ello, Juana M. Sancho hace hincapié en la dimensión política que posee la investigación educativa, reparando en el escaso protagonismo que tiene esta investigación en el campo político. A este respecto, Juan Manuel Escuder retrata los grandes vacíos que existen en política educativa debido a la ausencia de la investigación en la misma y concretamente en las decisiones políticas.
Otro eje temático que se abre en torno a la mejora de la práctica educativa es el de investigación responsable, mencionado por Ana García-Valcárcel, que lo comprende como una investigación destinada a la mejora de la práctica educativa, buscando la cooperación entre investigación y sociedad. Juan Manuel Escudero y Javier Marrero subrayan la relevancia de dicho concepto y el último de ellos, señala que una investigación responsable busca transformar la realidad y resuelve los problemas de los implicados.
En sintonía con la optimización de la práctica educativa a través de la investigación, Ignacio Rivas apunta a la relevancia de romper con el sistema para lograr una investigación transformadora. Javier Marrero también hace referencia al concepto de investigación transformadora e indica que la que la investigación debe conformarse como un espacio de debate público sobre el saber y el conocimiento. Juan M. Escudero, Pablo Hernández-Hernández, Ana García-Valcarcel, Javier Marrero, J.Igancio Rivas y Saville Kushner concuerdan en que para lograr una investigación transformadora se debe implicar en el proceso de indagación a los actores educativos, siendo la transferencia de los resultados alcanzados un diálogo entre académicos y actores.
Otro de los ejes y propósitos del webinar es iluminar sobre nuevos caminos a seguir en la investigación educativa. En relación con ello, Saville Kushner señala la importancia de no enseñar metodología a los doctorandos para que fomenten su propia creatividad, conformen nuevas formas de conocer la realidad y construyan su propia marca personal. A este respecto, se encuentran sinergias en los discursos de las únicas ponentes femeninas, ambas reflejan la relevancia de la interpelación como guía en el camino de la investigación.
De acuerdo con el objetivo de iluminar nuevos caminos en la investigación educativa, en el webinar se aborda qué se debe investigar en educación. Respondiendo a dicho eje temático, Javier Marrero establece que se debe indagar en aquello que preocupa a los protagonistas de la práctica educativa (familia, estudiantes, educadores, recursos…). Pablo Hernández-Hernández aboga por investigar aquello de lo que aún no existen evidencias y Juana M. Sancho y Juan M. Escudero apuntan a la importancia ahondar en realidades que permitan mejorar la praxis educativa.
En relación con el propósito de promover la optimización de la práctica educativa, Juana M. Sancho alude a la baja calidad y eficiencia de las investigaciones que se desarrollan en educación, Javier Marrero determina la urgencia de transformar la educación en su práctica. Desde mi punto de vista, Juan Ignacio Rivas dibuja en su discurso las claves para comprender porque la investigación actual no impacta directamente en la educación. De modo concreto, alude a como la moral neoliberal que domina en la contemporaneidad empuja a: una mayor preocupación por la producción que por la reflexión en la transferencia de la investigación; una fuerte preocupación por los protocolos metodológicos y no tanto por lo epistemológico u ontológico (aspecto en el que concuerda con Ana y Seville) y la fuerte instrumentalización de la investigación a favor de la política hegemónica y de mercado. De acuerdo con ello, Javier Marrero afirma su preocupación por la estandarización que envuelve a la investigación en educación fruto de la política neoliberal que nos circunscribe. Además, coincide con J.Ignacio en que los investigadores publican sin reflexión, con el único propósito de alimentar sus currículos, ahondando en la importancia de la transferencia social de la investigación educativa. De modo que, Javier Marrero e Ignacio Rivas comparten la idea de que la transferencia está inserta en una lógica que desliga el conocimiento de la realidad.
En el webinar también se pueden apreciar diferencias entre sus ponentes. Así mientras, Saville Kushner e Ignacio Rivas coinciden en la necesidad de romper con los protocolos debido al control que ejercen sobre los investigadores, Pablo Hernández-Hernández señala la insuficiencia de los mismos en investigación educativa.
Además de lo expuesto con anterioridad, también se hace referencia a otras temáticas relevantes para el campo que nos ocupa. Saville Kushner y Juana M. Sancho determinan la importancia de diferenciar entre metodología, epistemología y ética y subrayan que no se deben separar en la investigación. Pablo Hernández-Hernández señala la importancia que posee la ética relacional basada en diálogo, en relación con ello, Javier Marrero destaca el valor de la ciencia abierta en la ética de la investigación y pone en valor que los investigadores deben indicar nuevos caminos de mejora en base a sus investigaciones.
En definitiva, en las líneas anteriores se dibujan las principales coincidencias y divergencias entre los ponentes del debate. También se han identificado las líneas temáticas que se han abordado y el debate aflorado en torno a las mismas. De modo que, el webinar se ha conformado como un espacio de reflexión sobre los desafíos que debe superar la investigación educativa. Se ha retratado el camino a seguir para que la investigación contribuya a la mejora de la educación, de qué investigar para promover una mejora en su praxis. Indudablemente ha arrojado luz sobre como elevar la investigación educativa y como los nuevos investigadores deben proceder para alcanzar el objetivo de todo investigador en educación: optimizar la práctica educativa y poner en valor la misma.28 noviembre, 2020 a las 13:10 #2165AnaInvitadoAntes de responder a la reflexión o cuestión que se plantea, quería dar la enhorabuena a los organizadores por permitirnos acceder a estos dos seminarios que han sido realmente interesantes y que nos ha posibilitado contar con grandes expertos que nos han ofrecido una visión crítica de la situación actual en la que nos encontramos en torno a la investigación educativa.
En ambos webinars se ha apreciado la coincidencia en las posturas que los expertos tenían en cuando a las cuestiones que se planteaban. Compartiendo la idea de que la investigación educativa debe llevarse a cabo desde procedimientos democráticos, siendo un proceso que va a permitir comprender, transformar y mejorar la sociedad. Una investigación seria y responsable que vaya más allá del resultado y de la simple publicación que se produce en muchas ocasiones sin reflexión, y que se centre en el proceso, en esa búsqueda por el impacto y la participación social. Como mencionaron algunos de los ponentes, como Ignacio Rivas o Ana García-Valcácel, debe reflexionarse sobre la investigación y que esta sea innovadora y responsable, una investigación que debe desarrollarse por y para la sociedad. Esta falta de responsabilidad social que se desprende de muchas de las investigaciones que se llevan a cabo en el momento actual, lleva a destacar la falta de ética, ya que la investigación educativa se olvida de aquellos temas que preocupan y son importantes para la sociedad actual. Como señala Juan M. Escudero en la actualidad gran parte de la invetsigación en educación que se desarrolla y publica en revistas, algunas de impacto, es irrelevante, ya que no consigue dar respuesta a las necesidades que los diferentes sujetos, investigadores y agentes educativos necesitan hoy en día. Como destaca Juana M. Sancho a veces la investigación educativa se centra en intereses más políticos que en las necesidades reales que existen, por lo que en las diferentes reformas educativas no se tienen en cuenta lo que ofrece la investigación educativa. Como bien señala Ana García-Valcárcel, en nuestra sociedad existe muy poco reconocimiento por la investigación educativa y deberíamos también plantearnos el porqué.28 noviembre, 2020 a las 18:58 #2166FERNANDO RUIZ MARTIInvitadoBuenas tardes compañeras y compañeros:
Una vez vistas las dos sesiones, de manera placentera, he de decir que todas las intervenciones me han parecido fantásticas.En primer lugar me gustaría agradecerles este lugar de encuentro para aquellos y aquellas que vamos a iniciarnos en la investigación superior, y entornos como éste, sin lugar a dudas es más que agradecido.
Durante la primera sesión, Nacho Rivas comentó, y muy de acuerdo con él, la excedente producción de investigaciones que se ven atadas por el neoliberalismo y el poco espacio que queda para la reflexión. En sus argumentos me vi bastante reflejado, ya que lo que hasta ahora llevo trabajado intenta descubrir quién manipula, qué interpretaciones se piden, o qué metodologías debemos seguir para que las investigaciones que llevemos a cabo sean el espejo de un protocolo de este mercantilismo y sumisión al cual como nos vemos sumergidos.
Por estas ideas citadas, y las porteriores expresadas por el Dr. Saville Kushner, me sumo al pensamiento humanista que con tanta claridad de relató. La exposición que se hizo tomando como referencia a tres grandes pensadores como San Agustín, Dante y Erasmus, y su relación con la moralidad personal y sus consecuencias más directas con una responsabilidad pública, me han otorgado el máximo placer de seguir aprendiendo de grandes docentes.
Por ello, y siguiendo con las ideas del Dr. Saville, es primordial que exista una responsabilidad moral en el colectivo educativo y contrastar los porqués y los cómos, como notables decisores del aprendizaje tanto personal como social, y como no, como bien apuntaba Saville, anclar dicho aprendizaje a principios humanistas, porque serán estos principios los que nos permitan conocer nuestra historia como humanidad, los cambios sociales, economicos, morales y políticos, y poder ser realmente críticos y conocedores de nuestra realidad más contemporánea y más próxima.
Todo esto encaja perfectamente con lo que aportaba la compañera Ana García-Valcárcel, la cual no pudo expresar de mejor manera la necesidad de que la investigación, ese aprendizaje contenga una responsabilidad, una utilidad en la educación, un desafío y que esa ruta sea acogida con responsabilidad. Los consejos de Ana me han dado muchísimo ánimo también, ya que pienso igual que ella, cuando comentó lo importante que debe ser la utilidad de la investigación, que esté conformada por unos intereses propios y que exista esa revelancia iluminadora.
El profesor Fernando Hernández-Hernández también me ha dejado un buen sabor de boca, cuando ponía como ejemplo a Agamben, y relatando ese principio moralidad que debe existir para plantearnos y cuestionarnos por qué las cosas son como son y su relación con la oscuridad.
Para concluir, como comentaba el profesor Juan M. Escudero, estoy de acuerdo en la necesidad de que exista investigación entre los docentes que trabajan en las escuelas y los niveles más superiores, ya que de no ser así, jamás podremos saber con exactitud de dónde provienen los problemas más cercanos, y cómo podemos abordarlos de la mejor manera posible para hacer de esta sociedad un mundo mejor.
Quiero dejar saber que aunque se me hayan quedado docentes en el camino, las dos sesiones me han parecido maravillosas, y todas y todos me han aportado relatos muy relevantes. Gracias por compartir sus inquietudes y conquistarnos con sus presencias.
Un saludo.
28 noviembre, 2020 a las 21:58 #2167María Isaura Felipe AfonsoInvitadoEn general, una vez vistas ambas comunicaciones, considero que todos los ponentes coinciden en la visión que tienen actualmente sobre la investigación educativa. Desde mi punto de vista, las diferencias se encuentran quizás, en los distintos enfoques que cada ponente aporta sobre las problemáticas encontradas en la investigación educativa, pero en realidad todos parten de la misma idea o realidad percibida.
En relación a los ponentes del Webinar del 18 de noviembre:
Juana María Sancho destaca que la investigación educativa es relativamente reciente y es muy difícil dar con soluciones rápidas a problemas tan complejos. La educación siempre tiene un carácter político, las decisiones no se basan en la investigación, ni en lo que sabemos sino en intereses políticos (coincide con todos los ponentes), hay una falta continua de financiación y dificultad de transferirla, por lo que tiene una baja utilidad. Se busca una investigación que se base en la relación entre los docentes, profesionales de los ámbitos sociales e investigadores a lo largo del proceso, que no se separe (todos los ponentes coinciden en esta idea).
Según José Ignacio Rivas, la investigación educativa muestra una mayor preocupación por la cantidad que por la reflexión, por lo que tenemos un gran excedente de resultados de la investigación (coinciden los ponentes). Al igual que Juana, existe una fuerte preocupación por los protocolos, siendo una forma de control ya que evita otras formas de investigar, es una forma de matar el conocimiento.
Por su parte, el Doctor Saville Kushner coincide con Juana en que un protocolo es una forma de control. Para el doctor, las raíces de esas tensiones entre protocolo y control, entre epistemología y metodología, se encuentran en la falta de personalización de la metodología. El problema que hay como supervisores de doctorandos es la enseñanza de metodología y la solución es no enseñar nada de metodología, no quitar a los estudiantes el reto de desarrollar su propia metodología, basándose en su propia perspectiva sobre la metodología, sus valores, etc., y armados con los principios del humanismo.
Por último, Javier Marrero coincide con Juana en que la investigación educativa es un campo muy joven y la transferencia y comunicación de saberes no circula de forma transparente (coinciden todos los ponentes). Se muestra de acuerdo con Nacho, en que estamos atrapados en unas políticas del desencanto, neoliberales que solo provocan la estandarización de la investigación. Si no se abre el marco de imaginación y creación (coincide con Saville) para construir el saber y el conocimiento, será difícil llegar a donde queremos llegar, que es la transformación de la educación en la práctica y de la propia investigación. Hasta que la investigación no constituya un debate público, las publicaciones no calarán en la realidad que se pretende comprender, se necesita redirigir modelos que lo permitan, mayor sincronía entre la producción del saber y la aplicación del mismo. Hacerlos públicos es uno de los caminos para poder llegar más allá.
En relación a los ponentes del Webinar de 25 de noviembre:
Según Juan Manuel Escudero, la investigación no solo es una tarea de académicos universitarios, sino también de cualquier agente que del modo que fuere se implica en la educación: docentes, equipos directivos, administradores e incluso políticos (coinciden todos los ponentes). Se muestra de acuerdo con Juana en cuanto a la transferencia, citándola: “nadie pone en práctica las ideas de otros”, cita y coincide también con Nacho en que “no debe desligarse conocimiento y sujetos” y con Javier, “en la educación no hay un vehículo de traslado del conocimiento a otros agentes para que sin más lo apliquen y usen”. Considera que una buena parte de la investigación resulta bastante irrelevante, conecta poco con las preocupaciones, intereses y necesidades de otros sujetos que están en la práctica. Además, coincide con Ana en cuanto a la investigación responsable y sobre la realización de propuestas de cambios educativos sin bases científicas de referencia, más bien partidistas e ideológicas.
Por su parte, Ana García afirma que la investigación es un proceso de descubrimiento del propio investigador (coincide con los ponentes del 1º webinar). Destaca el movimiento de la investigación e innovación responsable, una cooperación activa entre la investigación y la sociedad. Considera que una investigación educativa que no asume una responsabilidad social no es ética, por ello debemos hacernos preguntas iluminativas, relevantes. En cuanto al propio proceso de investigación, se le debe dar voz a los agentes implicados, buscar procesos participativos, protocolos éticos de actuación y una difusión de la investigación de carácter abierto y hacia diferentes audiencias. Con las nuevas reformas se observa que no se analiza lo que se ha hecho anteriormente para poder construir y mejorar. Muchas políticas educativas las hacen los propios políticos para justificar sus propias políticas, el mismo político se evalúa, lo que no tiene sentido.
Por último, Fernando Hernández – Hernández plantea que se debe investigar no solo lo que se quiere conocer, sino lo que se debe poner en cuestión, aquello que todo el mundo asume que debe de ser así. En cuanto a los protocolos, considera que los de ahora no son suficientes y destaca la ética relacional, la cual no se trata de firmar documentos, sino de observar lo que sucede en los encuentros durante la investigación y sin separar al investigador de lo que esta pasando en cada momento de la misma. En España no se ha hecho ninguna investigación a cerca de las prioridades y cómo abordarlas, solo se plantea introducir cambios administrativos en la educación. Se publican miles de artículos que no se leen (coinciden todos los ponentes). En otras ciencias tienen tres registros de escritura, es necesario que la investigación educativa pueda ser leída por la sociedad y por ello se deben replantear la forma de comunicar la investigación.
29 noviembre, 2020 a las 9:20 #2168Inmaculada Gómez JaraboInvitadoEn primer lugar, antes de responder a las pregunta planteada, querría mostrar una vez más (ya lo hice a través del chat) mi agradecimiento por los webinars desarrollados. Creo que han sido muy útiles para aprender cosas nuevas y para reflexionar sobre nuestro día a día, pero también para sentirse arropado/a en el camino, pues en ocasiones parece que las incongruencias que nos encontramos en el ámbito de la investigación únicamente nos afectan a nosotros y ¡nada más lejos de la realidad! Quizá en parte pensemos eso porque muchas de las sesiones formativas de la investigación que suelen ofrecerse se centran exclusivamente en la propia metodología de la investigación y en las herramientas que pueden facilitarnos el análisis de datos y la difusión de los hallazgos. En mi opinión estos webinar han ido más allá al analizar potencialidades, limitaciones y desafíos de la investigación educativa para lograr transformar aquellos aspectos que no funcionan.
En la primera sesión, Juana M. Sancho destacó la escasa inversión que se realiza en investigación y la necesidad de una Investigación que una a diferentes profesionales y no separe la ética, la deontología y la metodología.
Por su parte, J. Ignacio Rivas insistió en como actualmente existe una alta preocupación por la alta producción, por los protocolos y por las metodologías, en detrimento de la importancia dada a la reflexión y a la epistemología, llegando a un “Epistemicidio”, o lo que es la imposición de un tipo de investigación concreto. También destacó la necesidad de una investigación más democrática, que no rompa con la diferencia entre investigadores e investigados y que abogue por lo intercultural.
De Saville Kushner destaco la idea de permitir que los estudiantes de doctorado encuentren su propia metodología, en lugar de imponérsela, pues la metodología empleada debe estar en conexión con la vida de los estudiantes y con los problemas sociales.
Por último, Javier Marrero mostró su preocupación por el hecho de que en educación solo se considere la investigación que cumple unas determinadas características y porque se ponga el acento en la mera producción de textos, pues eso no va a permitir romper con la jerarquización, transformar la educación ni construir conocimiento. Por tanto, insistió en la necesidad de lograr una mayor sincronía entre la producción y la trasformación de la realidad y de la educación.
Por tanto, como aspectos comunes a todos los ponentes de esta primera sesión destacaría que no podemos olvidar el compromiso transformador de la investigación, pero que para ello debemos huir de la investigación “encorsetada”, velando por una investigación más democrática en la que participen diferentes profesionales, que se adapte al contexto y que esté muy basada en la reflexión y en el contexto y no tanto en lo impuesto o esperado.
En la segunda sesión del Webinar, Ana García-Valcárcel, abogó por la responsabilidad social de la investigación y retomó la idea de la sesión anterior de apostar por la metodología propia para responder al interés de la realidad educativa. Y ahí es donde se destacó la labor de las comunidades de aprendizaje y también de una ciencia abierta, a disposición de la comunidad (datos en abierto como aspecto de la investigación ética).
Juan Manuel Escudero destacó que la investigación no solo debe ser terreno de la universidad. Resaltó la ética relacional y la necesidad de que la investigación educativa se base en la escuela. También mostró la necesidad de replantear las formas de comunicar la investigación para que lleguen a los docentes.
Por su parte, Fernando Hernández resaltó el hecho de que la investigación en educación conlleva abordar aquello de lo que no se habla y hacerlo desde la implicación en el propio proceso de investigación de las personas implicadas (ejemplo del fracaso escolar y de los beneficios que la investigación-acción puede tener para introducir cambios en la realidad a mejorar). El ponente también destacó la importancia de la responsabilidad social y de que la investigación sirva para reducir desigualdades.
Aunque cada ponente destacó unas ideas, quizá el eje vertebrador de todos ellos fue la necesidad de vincular la investigación a las necesidades sociales (y en el caso de la investigación educativa, a la escuela) y de que el conocimiento sea accesible. También la necesidad de mejorar el prestigio de la investigación educativa, pues cuenta con muy poco prestigio o reconocimiento social.
Como comentaba al inicio de mi escrito, ha sido un webinar muy interesante, con ideas muy poderosas y con propuestas y reflexiones muy necesarias. Y en este punto lanzo mi propia inquietud personal: Me encuentro muy de acuerdo con todas las ideas y propuestas que se han tratado y creo que hay que trabajar en las líneas mencionadas, pero creo que tenemos un gran inconveniente o piedra en el camino, que son los sistemas de acreditación, mientras la estabilización profesional del PDI dependa de los cuartiles, seguiremos con los mismos problemas, pues al menos en el ámbito de la educación es muy difícil publicar investigaciones que huyan de un esquema muy prefijado.
29 noviembre, 2020 a las 11:11 #2170Norberto Reyes SotoInvitadoEn primer lugar, quisiera agradecer a las personas e integrantes que han hecho posible este necesario encuentro para el debate y el diálogo.
En sendas sesiones se ha querido realizar un diagnóstico sobre los diferentes problemas entorno a la investigación educativa, aportando los ponentes diferentes perspectivas de análisis sobre los mismos y, finalmente, ofreciendo preguntas novedosas y vías de búsqueda para llegar a resolver las problemáticas planteadas.
Así pues, dichas problemáticas se podrían sintetizar en las siguientes:
– Complejidad de las investigaciones dado su carácter humano y social que tienden a explicaciones fragmentadas y carentes de transversalidad.
– Falta de consistencia y conexión entre la ontología-epistemología-metodología-ética.
– Encorsetamiento metodológico en base a lo cualitativo y cuantitativo.
– Baja utilidad de las investigaciones, falta de transferencia de los resultados y de comunicación-interacción entre disciplinas académicas y agentes educativos que sirvan a uno de sus fines: mejoras efectivas en la unidad de aula.
– Lejanía entre lo académico (investigación) y la preocupación real (social).
– Carácter ideologizado y partidista de la educación: interés político y privado.
– Fuerte presencia de una moral neoliberal que impone un control y vía única a las investigaciones: la dicotomía “cuali-cuanti”, la producción frente a la calidad, la protocolización, estandarización y hegemonización.
– Continua falta de financiación e inversión.Frente a los problemas planteados los ponentes sugieren una serie de vías alternativas para la búsqueda de soluciones:
– Perder el miedo a no saber y comenzar a cuestionar aspectos que desconocemos (Sancho).
– Recuperar el debate ontológico-epistemológico (Sancho, Rivas) así como su congruencia e interconexión con la metodología etnográfica y en base a una ética relacional (Hernández), lo cual posibilitaría nuevas explicaciones, debates, interpretaciones.
– Cuestionar las jerarquías del status quo para generar escenarios de transformación (Rivas): horizontalidad, colaboración, comunidad.
– Buscar el impacto científico-social y rescatar la realidad del aula: mediante la relevancia, pertinencia, utilidad de las preguntas y temáticas a investigar lo que implica una “ética responsable” (García-Valcárcel), una participación de los actores implicados en el proceso metodológico, es decir, buscar nuevos escenarios que posibiliten la investigación-acción (Escudero), conocimiento situado que surge desde el comunitarismo (Rivas) o la escucha atenta entre docentes e investigadores.
– Ser parte de los colectivos de transformación: buscar vínculos y compromisos personales con los agentes de la investigación (Rivas) como medio para favorecer la transferencia de conocimientos durante el proceso y de resultados (Marrero).
– Buscar la emancipación investigadora (Marrero) y favorecer la creatividad en la construcción de una metodología propia y humanista (Kushner).
– Generar un debate público que atienda a los problemas reales que se pretenden resolver (Marrero), y proponer soluciones / reformas consensuadas basadas en la comunidad científica educativa (Hernández) para superar el campo de batalla ideológico en la educación
– Buscar enfoques que iluminen las partes oscuras de los problemas que posibiliten nuevas interpretaciones y posibilidades de solución (Hernández) como por ejemplo poniendo el foco en el contexto del estudiante en referencia con el fracaso escolar.
– Posibilitar la interconexión e interdisciplinariedad entre: investigadores – grupos de investigación – formación del profesorado – docentes activos – centros educativos y su contexto – alumnado y sus contextos. -
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